23/5/12

¿Y tanto para qué?


Eso me pregunto cuando pienso en la Expo 2008, durante tres meses Zaragoza dispuso de un parque de atracciones cuyas consecuencias paga aún a día de hoy. Los que acudimos, vagamente recordamos que el contenido era “el agua y el desarrollo sostenible”; de lo que si nos acordamos es de los edificios, los contenedores que un día pusieron allí Zaha Hadid, Patxi Mangado, Enrique de Teresa… y que a día de hoy la Expo Empresarial (empresa que gestiona los edificios) trata de colocar a alguna empresa.

Parece ser que en la Muestra Internacional algunas cosas se hicieron bien, pero muchas se hicieron mal. Al margen del debate que propongo de inicio sobre la necesidad de unos edificios reclamo tan exclusivos (casi esculturas) y tan costosos para llevar a cabo una exposición de tres meses, quisiera exponer otros aspectos que conciernen a la Expo.

En primer lugar, comencemos con el  nombre de la exposición, decía algo así como “Agua y Desarrollo sostenible”, un nombre muy acorde con nuestra última entrada y de nuevo parece que detrás de la pestaña verde hay sorpresa y es que resulta que si que es cierto que se han recuperado las riberas del Ebro, pero organizaciones ecológicas ya denunciaron antes de la inauguración de la expo, que la intervención era más insostenible que sostenible con la construcción del Azud del Ebro, el dragado del río y la eliminación de gran parte de la vegetación ribereña. La ubicación de la Muestra es en sí ya un problema medioambiental, se han destruido veinticinco hectáreas de huerta tradicional y la ocupación de la llanura de inundación ha provocado alteraciones en el desarrollo natural del río, recordemos los problemas que surgieron para terminar el pabellón puente entre otros por las constantes inundaciones.

En segundo lugar, las cifras, unos hablan del empleo creado y las oportunidades de desarrollo que la Expo ha dado a la ciudad y otros de los desfases multimillonarios y las optimistas previsiones que apuntaban a que el recinto se convertiría en un complejo de oficinas y negocios que ha fracasado por la crisis o falta de previsión. El caso es que desde su construcción, la Expo ha sido un saco sin fondo. El pabellón puente de Zaha Hadid 72,7 M, la Torre del agua 55 M, el monumental palacio de congresos 82,8 M y el Pabellón de Aragón 29,6 millones de euros, añadiendo pabellones entre ellos el de España en total 700 millones invertidos. Desde su cierre año tras año los costes de mantenimiento han aumentado puesto que no se han conseguido vender los edificios. Finalmente la administración ha tenido que hacerse cargo de varios, trasladando parte del departamento de justicia y educación con las consiguientes obras y gastos de adaptación. Esos edificios al menos han sido afortunados, la torre del agua, el pabellón puente y el pabellón de España se han cerrado y el mantenimiento escasea tanto en éstos como en el palacio de congresos, que tiene muchas dificultades para pagar las facturas. En total tras la clausura de la Expo, las pérdidas oscilaban los 500 millones de euros.



En definitiva, ¿qué es la Expo ahora? ¿En qué ha quedado tan impresionante inversión?  ¿Qué tienen Zaragoza ahora, que no tuviese antes? Supongo que los responsables de la Expo de Zaragoza hablarán de que la ciudad ahora es más conocida, dirán que se creó empleo, que se ha desarrollado una parte de la ciudad que puede ser muy beneficiosa en el futuro. Desde mi punto de vista los costes y las consecuencias han sido demasiado altos y ahora la ciudad tiene un alto precio que pagar por un parque que durante tres meses fue de atracciones y que ahora engalana la ribera del Ebro con unas “esculturas” muy caras de mantener.

Para la reflexión de todo aquel interesado dejo en el aire varias cuestiones: ¿Es rentable para una ciudad realizar un acto de esta envergadura y con estos costes? ¿Si lo realmente importante de la exposición son “el agua y el desarrollo sostenible” por qué es necesaria una inversión tan espectacular en “edificios estelares”? ¿Es más importante el contenedor que el contenido? ¿No sería posible realizar este tipo de Muestras Internacionales, por su carácter pasajero (duran tres meses) con construcciones efímeras?.

Propongo la visita a la página web http://expo-no.noblezabaturra.org/, ahí podéis encontrar mucha más información de la concretada el artículo y estar al día de la situación de la post-expo. 

El programa Salvados también dedicó uno de sus programas a la Expo.

16/5/12

Quien con verde se atreve...


...por “sostenible” se tiene. Porque aquí de guapos hablamos lo justo.

El ciclo de documentales de arquitectura titulado “...hacia la sostenibilidad” [y más allá; esto ultimo lo añado yo] que se viene celebrando actualmente en el Museo Patio Herreriano me ha obligado a caer en la repetición y hablar de un tema que ya se mencionó tangencialmente cuando este humilde blog era [aún] menos conocido: el abuso y la banalización del bioclimatismo y la pseudo-sostenibilidad en la arquitectura actual.

 “...hacia la sostenibilidad y más allá"

Y es que después de ver un auditorio repleto de arquitectos veteranos [si no en su totalidad, al menos en su mayoría] discutiendo acaloradamente sobre “si Le Corbusier era o no un arquitecto sostenible” el cuerpo me pedía marcha.

Quizás os preguntáis, ¿de qué esperaba que hablasen? Pues yo cuando voy a un ciclo de sostenibilidad espero que hablen de sostenibilidad, igual que cuando pongo Antena 3 espero ver anuncios.
El debate planteado me decepcionó. En primer lugar, porque dudo mucho que Le Corbusier tuviese el objetivo de ser sostenible [al margen de si lo fue o no] y, en segundo lugar, porque reducir su obra al campo del bioclimatismo nos da un visión parcial, sesgada y poco menos que absurda de su aportación a la arquitectura; y por ultimo, porque “gestos” como éste no son más que un burdo intento de apropiarse de la obra de arquitectos insignes para conseguir público y darle bombo al tema de forma descarada, pero vacua.

Y ahora es cuando llegamos a la madre del cordero: si la mujer del César además de ser honesta debía parecerlo, en el caso de la arquitectura [pseudo]bioclimática, con parecer, basta.
Me explico: actualmente, da igual la naturaleza del proyecto realizado, si quieres ser un arquitecto “modernillo y comprometido con tu planeta” tu edificio deber ser [pseudo]sostenible; mejor dicho, debe parecer sostenible. Unas placas fotovoltaicas por aquí, un muro vegetal por allá y...  voilá!!! ya tenemos nuestro edificio [pseudo]sostenible.  [Luego pasa lo que pasa y las cosas funcionan como funcionan].

Seamos un poquito serios; la sostenibilidad energética en la arquitectura es un tema complejo, objeto de años de estudio, y no puede reducirse a un par de guiños. Es decir, si de verdad queremos hacer un edificio bioclimático, esta intención debe formar parte de la idea base e imbricarse de forma estrecha en el desarrollo del proyecto. Y esto implica unas consecuencias que debemos aceptar. [En Suiza, si no me equivoco, es obligatoria la separación de aguas negras y grises, y la re-utilización de éstas últimas para diversos usos. Ésto, en España, implicaría unos costes que ni greenpeace estaría dispuesto a asumir].
La sostenibilidad energética no puede ser independiente del carácter del proyecto a realizar, y genera unos pros y contras que lo condicionan tanto o más que el sistema estructural [por ejemplo] elegido. Todo lo demás es trivializar este asunto y no va más allá de la imagen.

Pues eso, “a burro viejo, poco verde”.


PD: por si no queréis pasaros por la ya mencionada entrada anterior, recomiendo este trabajo del estudio STAR strategies + architecture titulado Oh’ Verde Todopoderoso.
Link del estudio en la web del autor (inglés): http://st-ar.nl/o-mighty-green-summary/
Traducción del estudio a español: http://tectonicablog.com/?p=30579


9/5/12

Creatividad y tiempo



Hace un tiempo llegó a mis manos un vídeo en el que unos niños realizaban una tarea creativa, plasmando una idea con un dibujo en un papel en un tiempo determinado. Y cuanto mayor era el tiempo, más elaborada era la idea que representaban. Este experimento quiere venir a decirnos que una idea es algo puntual en un momento determinado; sin embargo, cuanto mayor sea ese tiempo esa idea se formaliza de forma más creativa por medio de la representación, poniendo ambos factores en relación: creatividad y tiempo.


Me pregunto si este concepto es aplicable en el caso de un proyecto arquitectónico. Parece lógico pensar que cuanto más tiempo tengas para resolver un problema mejor será la solución, sin embargo, en el caso de un proyecto, no lo veo tan claro.

Desde los primeros cursos nos han enseñado esos pequeños trazos en papel de los maestros en arquitectura que han acabado convirtiéndose en grandes proyectos, demostrándonos que una idea primigenia responde a las necesidades de una obra de edificación. El resto del tiempo se dedica a la representación.

Algunas de las primeras cosas que nos enseñan en las escuelas de arquitectura son estos métodos de representación, algo completamente necesario, tanto como análisis como de divulgación. No nos olvidemos de que somos técnicos. El problema lo veo en una posible sobrerrepresentación, algo que parece casi obligado entendido como la necesidad de contar un proyecto con el máximo número de documentos posibles por el afán de destacar, haciéndonos esclavos, antes de la escuadra y el cartabón y ahora del ratón del ordenador.

Aplicado a la enseñanza puede resultar útil, ya que la forma de aprender algo es haciéndolo. Por el contrario, en los concursos de arquitectura esta sobrerrepresentación la veo más para vender la moto que como una herramienta de análisis del proyecto en cuestión.

Entonces, ¿cuál es la conclusión? ¿Cuánto más tiempo utilicemos en representar un proyecto, más creativo será? Supongo que dependerá de la finalidad, vender una moto o analizar un proyecto. Dejo la pregunta abierta al lector.

¿Está el tiempo ligado a la creatividad?

2/5/12

Sobre el don del oportunismo


…o cómo saber venderse y “facturar más que en los años de la burbuja”

Crisis, boom de la burbuja inmobiliaria, 50% de paro… Malos tiempos para el sector de la arquitectura, ya sabemos. Y en estas que llega un señor que se está forrando (aún más). Que pones la tele… ¡anda, un arquitecto en Pasapalabra! Jajaja, qué curioso. Que entras en internet (twitter es lo que tiene) y… ¡anda, que dicen que sale un arquitecto en Sálvame! Jajajj..espera, ¿qué? ¿¿en el Sálvame??

Pues sí, era Joaquín. Joaquín Torres, co-fundador del estudio A-Cero. El de las Supercasas, sí. El del foulard. Muy de moda últimamente. Le hicieron una entrevista a principios de abril de la que no terminó muy satisfecho. Y se quejaba. Se quejaba de que no reflejaba lo que él realmente quiso contar, se quejaba de que el periodista puso en su boca palabras que no dijo, se quejaba de que ese medio de comunicación (El País) cayó “en el amarillismo y en el sensacionalismo para vender”.

A-cero, estudio de dos en el que uno de ellos da (demasiado) más la cara

Bien. Confabulaciones aparte, y calidad arquitectónica (...) también, a este tipo hay que reconocerle un mérito, sí. El de saber venderse. El hombre es puro marketing. Y oigan, que hay que saber, ¿eh? Maestros como Wright o Le Corbusier ya lo hicieron. El primero publicaba sus famosas Casas de la pradera en las revistas americanas (en relación a su idea de construir para la democracia) e incluso fue portada del TIME como hombre del año. Lo suyo le costó. Y el suizo "se inventó" en 1928 el CIAM como espacio de debate e intercambio de ideas que le sirvió para aumentar la fama y el prestigio de su arquitectura entre sus colegas europeos. Pero evidentemente, comparar su obra con la de Joaquín Torres es más que una aberración. Y a éste lo tenemos aquí... que si tele, que si revistas (la que él llama prensa seria), que si famoseo… Total, que se ha creado un personaje dentro de ese mundo de “amarillismo y sensacionalismo” que criticaba y lo ha sabido explotar al máximo, tanto que cuando él aparece solamente vemos al personaje, y no al arquitecto. También le explotará la cuenta corriente, imaginamos. Se ha convertido en un famoso más, con la única diferencia de que él es “el arquitecto”. Pues bien, enhorabuena. Y siendo conscientes de que incluso aquí le estamos dando esa publicidad que tanto busca y que no deseábamos darle, le reconocemos ese "mérito".

Eso sí: aquí paramos. El reconocimiento (en esta profesión) no se gana paseándose por los platós, y no le vamos a admirar por salir en la tele o rodearse de lo más granado de la jet set. Ni mucho menos. Nadie se imagina a Moneo exhibiendo Pritzker, y ya no decimos en la tele, sino en cualquier conferencia entre el propio gremio. Ni aunque le escasearan los encargos, vamos. ¿Y cómo se dio a conocer Don Rafael, o cualquiera de los millones de arquitectos de este mundo? Trabajando. Creando. Construyendo, proyectando, dibujando, currando, trasnochando. Y cuando otro alardea, nos gusta juzgar. Y si algo nos molesta es un mediocre dándoselas de genio. ¿Ha sido la suya la mejor forma? Pues no sabemos, pero le ha funcionado a las mil maravillas. Se ha metido en un mundo que le ha aceptado y le trata como uno más. Pues, perfecto, Joaquín. Todo tuyo. El resto nos contentaremos con la arquitectura más convencional (en el mejor de los sentidos), que ahora no se puede permitir tanto, pero  que nos motiva más. Y nos da más satisfacciones, y la comentamos entre nosotros, y la admiramos cuando de verdad lo merece. Pero eso lo deciden los compañeros, no un ejecutivo del canal de turno. Ni torero, ni un futbolista. Y si de verdad un día llega tu turno, lo reconoceremos entre todos. Pero… de momento, bastante hace el HOLA.

En fin, enhorabuena por tu ajetreo y tu no parar, nosotros tenemos más tiempo libre del que deseábamos. Demasiado sofá. Nos vemos en prime time.